miércoles, 24 de septiembre de 2008

Marco y Cristina, boda en tiempos de caballeros.

Marco y Cristina tenían claro que ellos eran "diferentes" como de otro tiempo, con otros ideales y principios, como nacidos fuera de su verdadero tiempo, pero al menos por un día querían regresar a su época, a su tiempo, a su historia; y lo hicimos, recreamos un tiempo en el que ellos eran noble caballero y su dama en una corte perfecta, creada para ellos, con sus normas de honor, sus leyendas vivas, tiempo de caballeros, espadas, justas y torneos, magos y hadas, hechizos y magia, en definitiva vivir por unas horas lo que durante toda una vida se ha soñado.
A la llegada de los invitados a nuestro "castillo" fueron recibidos por una corte de hadas y músicos, que les acogían cálidamente al son de una suave melodía de inspiración celta que inundaba el ambiente, nuestras bellas hadas, saludaban y acogían a los invitados introduciéndoles suavemente en nuestro onírico Mundo entre velas, incienso y pétalos de flores.
A la llegada de los amantes, les esperaba un antiguo rito iniciatico que les introduciría de lleno en su Mundo medieval y mágico, a continuación una corte de caballeros, damas, hadas, cetreros, escuderos e invitados los escoltaron hasta la zona donde nuestro gran maestro de ceremonias, realizo para ellos el rito del "vencimiento a la muerte" un rito antiguo por el que a través de viejo lenguaje, los amantes unirían sus espíritus mas allá de la vida y la muerte.
Tras la ceremonia, la fiesta espera: malabaristas, fuego, magia, danzas antiguas y casi olvidadas invitan a los muchos amigos allí reunidos a participar de la magia.
Marco y Cristina están felices, en un sueño, en su sueño, son reyes por un día, en ese día que pase lo que pase, jamas regresara, ese único e irrepetible día, donde los sueños deben ser cumplidos, ellos lo cumplieron, la velada termino con un conjuro de amor, donde tras beber de un antiguo bebedizo de amor, los amantes se fundieron en un cálido y profundo beso como para congelar ese momento para siempre. Felicidades eternas Marco y Cristina, Cristina y Marco.

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