El sueño de una noche de verano en La Alameda, fué un verdadero sueño del que despertamos el día después de la clausura, cuando La Alameda recuperó su estado cotidiano, atrás quedaron varios días realmente mágicos donde todos los que participaron de una forma u otra, disfrutamos de un evento maravilloso, se creo un ambiente donde la complicidad y el "buen rollito" se respiraba en el aire y lo inundaba todo, artesanos, actores, músicos y publico, formamos por unos días, una comunidad que aunque efímera, creó muchas amistades que perdurarán en el tiempo.
GRACIAS A TODOS
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